Sólo puedo contemplar
la inmovilidad
del espacio,
los colores
de los objetos,
el ritmo
tranquilo y lento
del tiempo.
La mirada avanza leve sobre los reflejos.
Tras los cristales de las ventanas,
otras casas.
El rumor de los neumáticos,
sobre el asfalto mojado
y los motores a su paso,
resaltan la armonía
del silencio acompasado.
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