Libros queridos, amados más allá del propio destino.
Voces queridas, qué alegría cada mañana poder elegir entre la poesía, la novela, el ensayo, los viajes, el arte... o el teatro. Espejos de los quehaceres humanos, puertas a caminos siempre nuevos, fuertes nutrientes para alzar el vuelo a inéditos modos de pensar, a desconocidas y mejores formas de reconstruir la realidad.
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