Llora el mundo entero por las decisiones tan estúpidas de tantos miserables, que tanto daño hacen a los suyos y a los otros.
Escribe Elsa a las siete de la tarde en la novela ESAS: "Quiero olvidarme de que existes y cuando me acerco a la ventana del salón, el horizonte y todo el cielo está plagado de nubes, otra vez color rosa, para recordarme este hecho inexorable. Parece que todo es rosa, ese color de sangre diluida..." que fue elegido para vestir a las niñas.
Todos sabemos que existen momentos y seres excepcionales, pero encontrarlos en el entorno familiar conmueve y remueve los cimientos más profundos.
