Para alcanzar mayor fortaleza vital, a veces, se nos mueren aspectos que llevamos por costumbre y nos estorban. Aún con ese beneficio, nos duelen profundamente esas pérdidas.
Se puede sentir que están llegando momentos para hacer una relectura de los personajes construidos por los autores a lo largo de la historia y analizar con rigor los sesgos adheridos.
Realmente es bellísima la experiencia de poder apreciar una relación armónica entre una madre amorosa y su hija en esos conatos de romper amarras con su canto de sirena.
Tal vez es posible comprender que los humanos, observados desde una relativa y muy especial distancia, somos como pétalos que, reunidos en algunos ámbitos, podemos generar un conjunto de formas conmovedoras.
Puede ser interesante ser muy conscientes de que no es posible saber cuántos y cuán bellos e insospechados caminos para aventurarse, nos tiene guardados la vida.
