Se necesita mucho esfuerzo, tiempo, dedicación, inteligencia, empeño, para crear espacios que nos protejan, procuren calma y posibilidad de recuperarnos. Y existen personas con una gran voluntad y fortaleza para ayudar a lograrlo, aunque la naturaleza sea muy adversa y otras personas impongan su constante dificultad.
Este texto invita a muchas lecturas. A miradas de restauración interna y externa. A esfuerzos propios y de ayuda de los otros. Sería importante empezar a tener muy claro a quienes hacen más daño sobre lo dañado y quieren además terminar en mayor destrucción
ResponderEliminarTodos estamos dañados de alguna forma. Hay quienes usan su daño como excusa y justificación para hacer el mal a los demás y a sí mismos, entrando en una espiral peligrosa. Otros, ignorando su propio daño o utilizándolo como estímulo, intentan hacer más agradable la vida de los otros y la propia. O, quizá, todos actuamos de ambas formas, dependiendo de la ocasión, aunque nos cueste reconocerlo.
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