La verdadera humildad y la verdadera valentía están en reconocer y recordar
que cada uno de nosotros es el producto de una larga evolución biológica, de amplias reflexiones individuales y serias luchas
de muchos seres humanos para lograr
un mundo mejor, unas relaciones más satisfactorias.
Se nos olvida sentir profundo agradecimiento a todos los que han dejado todo su trabajo a lo largo de la historia,
su abierta posibilidad para continuar...
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