Con qué amor y respeto hemos tenido a nuestro lado a muchos de ellos.
Con cuánta admiración hemos observado a algunos.
Con cuánto empeño hemos intentado también crearlos, hacerlos para los demás, con cuánta generosidad.
Son nuestros verdaderos amigos, siempre dispuestos y atentos, siempre respetuosos, nos dan todo lo que tienen a cualquiera de nosotros.
Los libros son puertas y ventanas, son mullidos sofás y camas y parques y jardines; son un asiento en un viaje interminable y un escape efímero o prolongado. Son damas de compañía, perritos falderos y de ataque; nos sorprenden, nos embelesan, nos aterran. Son un universo inabarcable. Gracias por los libros.
ResponderEliminarBella apología de algo que las tendencias parecen llevarnos o a muchas personas llevan a dejar de lado estos días en beneficio de las pantallas.
ResponderEliminarAmigos, compañeros de noches en vela, indiscretos ojos que se cuelan en las emociones que llegamos a sentir, mientras los leemos. Con ellos entre manos, de autoras tan sensibles, realistas y profundas que desde una íntima sensibilidad captan y cuentan historias que llegan y dejan poso. Enhorabuena Arantza por ser creadora de tantos⭐️
ResponderEliminarLa vida se ensancha y se multiplica con los libros.
ResponderEliminarPueden ser consuelo, reflejo, evasión, disfrute...
Y siempre serán compañía y maestros.