Trayectorias

También se ha roto

la bolsa para pinzas

de ropa, madre.

Quiero y me empeño

en conservarla, madre.

Siento en ella tu mano,

cada vez que mi mano

busca alguna de ellas,

para dejar tendidas

otras prendas, donde

también tú dejaste huella.
 

5 comentarios:

  1. Porque en el objeto, de alguna forma, sigue viva la persona que lo creó. Y el deshacernos de él lo sentimos como una segunda despedida.

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  2. La huella que deja el ser querido...no te abandona ...nunca, ay!

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  3. Jaime.osteopath@gmail.com7 de octubre de 2023, 9:13

    Esa dedicación, cuidado y atención únicos e insustituibles de una madre...Ese Amor que se pone en tareas simples y cotidianas siempre será muy valorado y lo echaremos de menos cuando no esté...
    Ese Amor incondicional de una madre, desde colgando la ropa, o coser un botón..

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  4. Preciosa evocación que me traslada a ese mismo sentir

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  5. En los objetos amados por la persona que se ha ido queda también su esencia, la que evocamos al tocarlos y de esa manera recordarlos para seguir sintiéndonos conectados a través de ellos, igualmente que atesoramos en nuestro corazón y nuestra mente su amado recuerdo.

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