Tenaz obstinación
Persevera la orquídea. En su caída queda, ahí colocada, a los pies de su ser natural. No puede evitar aportar su última belleza.
MADRE
Se rompió la sábana,
madre.
La que con tanto amor
me llegaste a dar.
Otras tantas tengo,
madre.
Y no me cubren nada.
El amor me queda,
madre,
en esta rotura,
de aquel querer y dar.
Elaboraciones
Desde muy pequeños no parece fácil aceptar con atención apaciguada los haceres que la vida nos ofrece en sus tranquilas manifestaciones.
Inherencias
Nos conmueve hasta lugares insospechados la capacidad de crear tan grandiosas experiencias y la capacidad de destrucción de los pobres seres humanos.
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