Cantábrico en Valencia

  Cuando la propia vida se impone con la fuerza de sus inclemencias, y los temores nos asedian, navegamos con una nueva fortaleza que se queda instaurada en nuestro ser y se extiende por el mar de otras vidas.
 

6 comentarios:

  1. Maricarmen Albares9 de junio de 2022, 15:58

    Precioso el texto. Muy inspirador y la obra también. Me encanta.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hermosos! Texto y cuadro

    ResponderEliminar
  3. Una fortaleza que nos sorprende a nosotros mismos y nos deja confianza y valor para el futuro. Algo bueno traerá esa tempestad...

    ResponderEliminar
  4. Cierto, Arantza. Esa fuerza que no sabemos de dónde nos viene y tanto nos sorprende cuando aflora está siempre en nosotros. Bajo la capa inerte de cenizas de los días pasados, cuando la vida real llega, se planta y nos dice "aqui estoy", esa pqueña y poderosa brasa ardiente revive para aliviar nuestro sufrimiento.

    ResponderEliminar
  5. Precioso texto y precioso cuadro, Arantza. Inspirador, como todo lo que haces.

    ResponderEliminar