Esa escucha sincera y atenta, cuando se da, nos muestra también el respeto de los otros hacia nuestro relato. Y eso nos ayuda, nos libera y alivia. Y, de ese encuentro, aprende el que escucha y el que cuenta.
Hermoso reflejo, y análogo trayecto a las palabras. Un placer verdadero.
Esa escucha sincera y atenta, cuando se da, nos muestra también el respeto de los otros hacia nuestro relato. Y eso nos ayuda, nos libera y alivia. Y, de ese encuentro, aprende el que escucha y el que cuenta.
ResponderEliminarHermoso reflejo, y análogo trayecto a las palabras. Un placer verdadero.
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