Septiembre matiza
sus nubes con pasión.
Dispersa y atrae,
separa y arremolina
la muerte y la vida.
Ahí donde ambas,
se miran, danzan, gritan,
ahí, donde te buscaba,
ahí mismo te perdía.
Ahí, encontré tu real ser
y volví a ver la distancia
de nuestras miradas.
Recuerdo ese maravilloso cielo madrileño. Hace dos años andaba por allá.
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