"Si elrelato de los otros nos hace llorar es que no tenemos bien llorado el nuestro" Forma parte de las respuestas a la entrevista de Esther Peñas en "solidaridaddigital"
La novela hay que leerla con tranquilidad. Se reflejan muy bien los sentimientos de una mujer en muchos contextos y situaciones. Los diálogos entre madre e hija son muy reales. Me ha llamado la atención frases como" todos en algún momento de la vida tenemos que perdonar a nuestros padres..." Es cierto. El dolor tan intenso de las contracciones, que es un dolor tremendo, pero generoso, que da la vida, también muy real y la libertad que se pierde cuando eres madre, que aunque es una alegría y estás muy feliz, te das cuenta que ya nada es igual, pierdes tranquilidad ya que siempre estarás preocupada por tu hijo... aunque es muy satisfactorio ser madre, reconozco que es muy sacrificado. Sería muy interesante que muchos hombres lean la novela. Tal vez ayude a que nos conozcan y valoren un poquito más... Montserrat
Me leí tu libro al poco de presentarlo y la verdad es que de un tirón. Me encantó las distintas formas, según las protagonistas, de tratar el tema de la maternidad. Por otro lado el lenguaje me resultó muy familiar y la época, ¡no digamos! la hemos vivido. Por eso creo que lo comprendemos de maravilla. A mi modo de ver son posturas que ahora nos parecen normales pero en aquel tiempo eran innovadoras. Si una chica se quedaba embarazada, rápido la boda de penalti, ¡pero que no se notara!, postura hipócrita de lo más. También me encanta lo de afrontar la maternidad en solitario, la responsabilidad sin compartir, siempre y cuando te acompañen los recursos. Otro tema que me gustó fue el escribir como refugio o terapia, más bien. Marisa Rebollo Muñoz
La novela hay que leerla con tranquilidad. Se reflejan muy bien los sentimientos de una mujer en muchos contextos y situaciones. Los diálogos entre madre e hija son muy reales. Me ha llamado la atención frases como" todos en algún momento de la vida tenemos que perdonar a nuestros padres..." Es cierto.
ResponderEliminarEl dolor tan intenso de las contracciones, que es un dolor tremendo, pero generoso, que da la vida, también muy real y la libertad que se pierde cuando eres madre, que aunque es una alegría y estás muy feliz, te das cuenta que ya nada es igual, pierdes tranquilidad ya que siempre estarás preocupada por tu hijo... aunque es muy satisfactorio ser madre, reconozco que es muy sacrificado. Sería muy interesante que muchos hombres lean la novela. Tal vez ayude a que nos conozcan y valoren un poquito más... Montserrat
Me leí tu libro al poco de presentarlo y la verdad es que de un tirón.
ResponderEliminarMe encantó las distintas formas, según las protagonistas, de tratar el tema de la maternidad. Por otro lado el lenguaje me resultó muy familiar y la época, ¡no digamos! la hemos vivido. Por eso creo que lo comprendemos de maravilla. A mi modo de ver son posturas que ahora nos parecen normales pero en aquel tiempo eran innovadoras. Si una chica se quedaba embarazada, rápido la boda de penalti, ¡pero que no se notara!, postura hipócrita de lo más.
También me encanta lo de afrontar la maternidad en solitario, la responsabilidad sin compartir, siempre y cuando te acompañen los recursos.
Otro tema que me gustó fue el escribir como refugio o terapia, más bien.
Marisa Rebollo Muñoz