Qué placer, escuchar a los poetas,
cada uno al aire,
con su esencia.
Cada cual cabalga
sobre su felicidad
de versos, conceptos, poemas.
Distintos en el color de su voz,
cada uno al filo
de su ineludible destino.
Después de tanta labor
intensa y solitaria,
es el gozo del regalo
ante los ojos de los otros,
y sus atentas miradas.
me sumo a la loa..
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