Existen personas que, aunque se vayan para siempre, su luz no dejará de acompañarnos nunca.
Dice M. Batjín: "Y es inútil justificar la irresponsabilidad por la "inspiración". La inspiración que menosprecia la vida y es igualmente subestimada por la vida, no es inspiración sino obsesión. (...) El arte y la vida no son lo mismo, pero deben convertirse en mí en algo unitario, dentro de la unidad de mi responsabilidad."
Se dan aspectos de lo real que no terminamos de llegar a creer. Y se dan aspectos absolutamente indemostrables que creemos abiertamente.
A veces, quien tiene auténtica percepción del acontecer verdadero no tiene la capacidad de dejar su testimonio. Y quien tiene interés en tergiversarlo, lo expresa con toda su velada intención. Al revisar la historia de un modo constante nos acercamos a más precisas matizaciones, pero conscientes del difícil logro de alcanzar el verdadero saber.
