(Imagen tomada en la mañana del 7 de abril de 2011 en Petra, Jordania.)
Las expresiones, que son el producto de una mirada investigadora, de un hecho observador, manifiestan aspectos de claridad y de umbría.
Al dar la vuelta a cada una de ellas, se pueden detectar sus otros terribles ángulos, son aristas de nuestra realidad.
Existen personas generosas, entrañables, con bondad.
El verdadero lujo es tener la suerte de encontrarse con ellas, en la vida.
Cuando podemos contemplar el transcurrir de la vida con calma, no construimos la realidad tan a imagen de nuestros rasgos; observamos entonces aspectos del acontecer que no nos resultan fáciles de apreciar.
Existen personas con quienes es posible la mejor expresión de nuestro ser.
Algunos lugares nos traen, de modo contundente, el rumor y el sabor de lo que ya está vivido en el propio ser.
